La única forma de evaluar con precisión la fuerza y la solidez de los huesos es a través de pruebas de densidad mineral ósea (DMO). Las pruebas de densidad mineral ósea miden la fuerza y la masa (densidad ósea) de la columna lumbar, la cadera y/o la muñeca, que son las áreas de fractura más comunes debido a la osteoporosis. Otras pruebas miden la densidad ósea en el talón o la mano. Estas pruebas se realizan como radiografías. Son indoloros, no invasivos y seguros. El riesgo de radiación es mínimo, mucho más bajo que incluso tener una radiografía de tórax.
Tipos de pruebas de densidad ósea
Hay varias pruebas disponibles para evaluar la densidad ósea. Densitometría significa medir la densidad ósea. Las pruebas de densitometría no son dolorosas y son completamente no invasivas, lo que significa que no hay cirugía. Las máquinas centrales miden la densidad en la cadera, la columna lumbar y todo el cuerpo. Las máquinas periféricas miden la densidad en el dedo, la muñeca, la rodilla, la columna vertebral y el talón. Los tipos de pruebas más comunes se enumeran a continuación: También le pueden interesar nuestros artículos sobre el costo de una prueba de título, una prueba de cariotipo o un sistema de curación ósea Exogen. La exploración de rayos X de energía dual (DXA) es un rayos X de radiación que pueden detectar la pérdida ósea, incluso cantidades muy pequeñas de pérdida ósea. Las exploraciones DXA son el método más común para medir la densidad mineral ósea. Se utilizan para medir la densidad de la columna lumbar, el antebrazo y los huesos de la cadera. La absorciometría de rayos X de energía periférica doble (pDXA) mide la densidad ósea en el antebrazo, el dedo del pie y el talón. La absorciometría de rayos X de energía única (SXA) mide la densidad ósea en la muñeca o el talón. La tomografía computarizada cuantitativa (QCT, por sus siglas en inglés) mide los huesos de la parte inferior de la columna (lumbar) porque estos huesos cambian a medida que la persona envejece. La exploración QCT periférica (pQCT) mide la densidad de los huesos del antebrazo. La ecografía cuantitativa (QUS) utiliza ondas sonoras para medir la densidad de los huesos en el talón y el dedo del pie. La exploración por rayos X (RA) utiliza una película de rayos X del mano y una pequeña cuña de metal para calcular la densidad ósea.
Detalles de la prueba de densidad ósea
Durante la prueba, el paciente está acostado sobre una mesa entre la fuente de rayos X y el detector (ni la fuente ni el detector tocan al paciente). El detector de rayos X se mueve a la región esquelética afectada sin dolor, escozor u otras molestias. La duración del examen real es de 5 a 10 minutos. El examen no requiere entrenamiento especial, el paciente puede permanecer vestido si la ropa no contiene elementos metálicos. Sin embargo, el examen no se realiza en mujeres embarazadas o poco tiempo después de la administración de un medio de contraste (para urografía, tomografía computarizada, tránsito de bario, etc.). En estos casos, es bueno esperar al menos 3 semanas antes del procedimiento respectivo. Es posible que le hagan una radiografía para verificar si tiene huesos rotos en una farmacia local o en el consultorio médico con la ayuda de un pequeño dispositivo portátil. Puede escanear huesos pequeños como el dedo, la muñeca o el talón.
¿Cuáles son los costos adicionales?
Dependiendo de los resultados de las pruebas, el especialista puede hacer varias recomendaciones, desde recetar un medicamento que mantenga o fortalezca el aparato óseo, hasta enfatizar la importancia de hacer ejercicio regularmente y asegurar una cantidad adecuada de calcio y vitamina D.
Cosas importantes a considerar
No se requiere preparación especial antes de realizar una osteodensitometría. El día anterior al procedimiento, el paciente debe ingerir alimentos como un día normal, sin embargo, no se deben tomar suplementos de calcio al menos 24 horas antes de la investigación. Si una persona tiene alguno de los siguientes factores de riesgo u otros signos de osteoporosis, su médico puede recomendar medir su masa ósea. Los factores de riesgo para la osteoporosis incluyen los siguientes:
– Edad avanzada
– Menopausia temprana (edad
– Sexo femenino
– Raza asiática o blanca
– Antecedentes familiares de fractura de cadera
– Bajo peso corporal
– Terapia a largo plazo con corticosteroides
– Trastornos crónicos asociados con la osteoporosis, como anorexia nerviosa o enfermedad hepática
– Fractura anterior de huesos con mínimo traumatismo
– Mala alimentación sin suficiente calcio y vitamina D
– Dificultad para hacer ejercicio