La vitamina D es esencial para el mantenimiento de huesos fuertes y sanos en adultos mayores. Sin embargo, la deficiencia de vitamina D es un problema común en esta población y puede aumentar el riesgo de fracturas óseas. En este artículo, examinaremos la asociación entre la deficiencia de 25 hidroxi vitamina D y la incidencia de fracturas en adultos mayores.
La vitamina D se produce en la piel cuando se expone a la luz solar y también se puede obtener a través de la dieta y los suplementos. Una vez en el cuerpo, la vitamina D se convierte en 25 hidroxi vitamina D, que es la forma circulante activa de la vitamina D. La deficiencia de esta forma de vitamina D se ha relacionado con una variedad de problemas de salud en los adultos mayores, incluyendo una mayor incidencia de fracturas óseas.
Un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association examinó la relación entre la deficiencia de 25 hidroxi vitamina D y la incidencia de fracturas en adultos mayores. Los resultados mostraron que los adultos mayores con deficiencia de 25 hidroxi vitamina D tenían un mayor riesgo de fracturas de cadera y no de cadera en comparación con aquellos con niveles adecuados de esta vitamina. Este hallazgo sugiere que la deficiencia de 25 hidroxi vitamina D es un factor de riesgo importante para las fracturas óseas en adultos mayores.
Otro estudio publicado en el Journal of Bone and Mineral Research también examinó la asociación entre la deficiencia de vitamina D y las fracturas óseas en adultos mayores. Los resultados de este estudio mostraron que la deficiencia de vitamina D se asoció significativamente con un mayor riesgo de fracturas de cadera y vertebrales. Además, los autores del estudio encontraron que la suplementación con vitamina D redujo el riesgo de fracturas de cadera en un 30%.
Es importante señalar que la deficiencia de vitamina D no es la única causa de fracturas óseas en adultos mayores. Otros factores de riesgo incluyen la edad avanzada, el género femenino, la historia previa de fracturas, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol y la falta de actividad física. Sin embargo, la deficiencia de vitamina D es un factor de riesgo que se puede corregir fácilmente a través de la exposición adecuada a la luz solar y la ingesta de alimentos