La colposcopía es el examen de la vagina, la vulva y el cuello uterino mediante un instrumento conocido como colposcopio. El médico prefiere dirigirse a la colposcopía si el resultado de la detección de células cervicales anormales es anormal. Un colposcopio es un microscopio electrónico con luz brillante. Ayuda al médico a ver el cuello uterino y las células con mayor aumento. Si hay presencia de crecimiento anormal o manchas durante el examen, el médico recolecta una muestra de tejido para realizar una biopsia. Es común que una persona se sienta ansiosa cuando el médico solicita una colposcopía. Sin embargo, comprender el procedimiento puede aliviar la ansiedad.
¿Por qué existe la necesidad de una colposcopía? Un médico puede sugerir una colposcopía si:
– La paciente experimenta sangrado después del coito
– El resultado de la prueba de Papanicolaou es inusual
– Hay un crecimiento anormal en la vulva, la vagina y el cuello uterino
Realizar la prueba es útil para diagnosticar verrugas genitales, inflamación en la región del cuello uterino y crecimiento de células cervicales anormales que conducen al desarrollo de cáncer.
Preparación para la colposcopía
La preparación para la colposcopía es simple. Sin embargo, hay ciertas cosas que el paciente debe recordar, que son:
– Preguntar los detalles sobre la prueba
– Hablar con el médico si las posibilidades de embarazo son altas
– Programar la prueba cuando el ciclo menstrual está bajo
– No tener relaciones sexuales durante al menos 48 horas antes de la prueba
– Algunos médicos recomiendan el uso de analgésico antes de la prueba
– Es fundamental realizar una limpieza de colon antes de la prueba
¿Cómo realiza el médico la colposcopía?
Antes de realizar una colposcopía, el médico inyecta anestesia a la paciente. El procedimiento implica:
– Recostarse boca arriba con las piernas hacia arriba, que es similar a un examen pélvico
– El médico ubicará el colposcopio a la distancia requerida de la vulva y colocará un espéculo en la vagina
– El médico usará algodón sumergido en la solución de vinagre para limpiar la mucosidad del cuello uterino y la región vaginal
– El colposcopio no toca el cuello uterino región
– El médico recolecta tejido para realizar una biopsia si se observan regiones sospechosas durante la colposcopía
– Después de completar la prueba, el médico aplica una solución que ayuda a controlar el sangrado
Riesgos asociados con la colposcopía
Los riesgos relacionados con la colposcopía son mínimos. Sin embargo, algunos pacientes pueden quejarse:
– Sangrado que dura más de dos semanas
– Fiebre
– Secreción vaginal con mal olor
– Dolor en la región pélvica.
¿Es normal sangrar durante una semana después de una colposcopía?
El sangrado después de la finalización de la prueba es común. Sin embargo, si un paciente experimenta sangrado durante más de dos semanas, es necesario comunicarse con el médico y buscar atención médica. También es común que la persona experimente calambres leves y dolor en la región vaginal. Si el médico realiza una biopsia, entonces es preferible evitar el uso de tampones, cremas vaginales y las relaciones sexuales. Aparte de la prueba, es necesario que la paciente continúe con su consulta ginecológica habitual según recomendación del médico.
Como el flujo vaginal es común después de la colposcopía, cualquier cosa que dure más de seis semanas o si la paciente nota un sangrado más abundante, se recomienda contactar a la clínica de colposcopía. El sangrado excesivo indica la presencia de una infección, lo que requiere el uso de antibióticos. La curación de los calambres y de la región cervical requiere al menos seis semanas. Seguir las instrucciones proporcionadas por el médico después de completar la prueba será útil para evitar atención no deseada.
Es natural que una persona tenga sangrado después de la colposcopía durante al menos 6 semanas. Sin embargo, si hay un sangrado excesivo que dura más que el período habitual, es necesario ponerse en contacto con la clínica de colposcopía. En tales casos, el médico proporciona antibióticos, ya que la aparición es el resultado de una infección.